Ir al contenido principal

no hay guerrillas decentes

Hace unos días, hablando con una amiga, le decía que puedo entender que en un país como Colombia, donde no ha habido un proceso de reparación y reconciliación, mucha gente rechace votar por Petro sólo porque alguna vez hizo parte del M19. Ella me respondió sin pensar en defensa de la izquierda (como suele hacer porque es bastante mamerta) que solo es porque la gente es estúpida, pues el M19 era una guerrilla decente. No como los de ahora que secuestran y matan con sevicia.

Me quedé pensando en ese comentario, porque no estoy de acuerdo. No hay guerrillas decentes. La guerrilla hoy es sanguinaria y barbara, sin ningún respeto a la vida: hay pena de muerte por robarse una lata de atún, minas quiebrapatas sembradas por todo el país y civiles encadenados a árboles en la mitad de la selva desde hace años. Pero la guerrilla de hace tres décadas también secuestró y mató personas, por ejemplo a José Raquel Mercado. También hubo secuestros extorsivos, ataques militares, y por supuesto, la toma del Palacio de Justicia. Mucho de esto no lo recuerdo, fue antes de que pudiera recordarlo, pero sucedió. Hay personas que perdieron a miembros de su familia y lo recuerdan, con profundo dolor. Aún no se completa la reparación y reconciliación.

El proceso de paz fue exitoso, el M-19 cumplió su parte y sus militantes se integraron a la vida civil, participando en procesos democráticos. Hoy, algunos tienen posiciones influyentes, y de ello me alegro. Muestra que si es posible completar exitosamente un proceso de paz. Mi apoyo es más que moral, yo voté por Petro para Senador y muy posiblemente vote por él para Presidente (*).

Pero puedo entender que hay personas en Colombia que no votarían por él, sólo porque en algún momento fue parte del M-19 y no creo que existen guerrillas decentes. Nadie que toma un arma con la intención de matar a otro, es una persona decente.

(*) más ahora que el Partido Liberal parece el partido de la U y tiene de candidata a Aura Cristina Geitner, evento que me tiene realmente consternada.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ahhh, los verdes (catarsis antes de dejar de hablar de la "ola verde")

Si, yo voté por Antanas Mockus en la consulta, luego en primera y en segunda vuelta. Pero no soy verde, no creo en la "ola verde" y no haré parte del Partido Verde Colombiano. Prefiero seguir participando como siempre lo he hecho, y votar con conciencia por quien me de la gana, como siempre lo he hecho. Cuando me refiero a los verdes, no me refiero a los verdaderos ecologistas, con quienes tengo una profunda afinidad (con orgullo puedo decir de mi que soy un tree hugger ). Tampoco al color verde, que como saben muchos es el color corporativo de mi empresa y por el que tengo un especial afecto. Siempre que despectivamente me refiero a los verdes, me refiero a ese numeroso grupo de seguidores de Antanas Mockus y del recientemente repotenciado Partido Verde Colombiano. No me refiero a todos, sino a ese grupo casi fanático que repite lemas y frases sin cuestionarlas (algo que estoy segura, molestaría mucho a Antanas Mockus si su ego le permitiera realmente leer lo que sus segui

Richard Corey y Mending Wall

Cuando estaba en el colegio, pasaba mucho más tiempo del debido, leyendo poesía norteamericana. En días como hoy, suelo recordar algunos de esos poemas. Aquí les comparto dos de ellos, que aún me acompañan: Richard Corey Edwin Arlington Robinson. 1869–1935 WHENEVER Richard Cory went down town, We people on the pavement looked at him: He was a gentleman from sole to crown,   Clean favored, and imperially slim. And he was always quietly arrayed, And he was always human when he talked But still he fluttered pulses when he said, "Good-morning," and he glittered when he walked. And he was rich—yes, richer than a king, And admirably schooled in every grace: In fine, we thought that he was everything To make us wish that we were in his place. So on we worked, and waited for the light, And went without the meat, and cursed the bread; And Richard Cory, one calm summer night, Went home and put a bullet through his head. Mending Wall Robert Frost 1874-1963 Someth

Las interrupciones

Desde hace más o menos una semana, no contesto mi celular. Cuando sueña, salta, timbra, solo lo dejo sonar, saltar y timbrar. Dejé de contestar porque sentía que si atendía cada solicitud, la productividad de mi día sería muy baja, si es que lograba producir algo en el día. Y porque el nivel de interupciones se ha incrementado muchísimo en mi día a día, al punto de que es imanejable. Literatura sobre el efecto negativo de las interrupciones, hay montones. Una muestra aquí, en un enlace de busqueda en google  https://www.google.com.co/search?q=interrupcion+en+el+trabajo&oq=interrupcion&aqs=chrome.1.69i57j35i39j0l4.6152j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8   En inglés, el volúmen de literatura mostrando lo negativo de las interrupiciones es mucho mayor. He leído muchas veces que tras una interrupción, el cerebro toma entre 15 y 30 minutos en volver a concentrarse y lograr un estado productivo. Curiosamente, las personas no parecen notar que preguntarte si te pueden interrum