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El dia de la Mujer

Este año, recibí la rosa reglamentaria, torta y mails en que los hombres de me dicen cuan importante soy en mi papel de hermana, madre, hija. Este año, a diferencia de los anteriores, decidí no reaccionar ni contestar ni decir nada.


Photo via VisualHunt.com
Pero en un acto de total y absoluta reivindicación de todos los hombres, recibí por Whatsapp un mensaje, de un amigo hombre que decía esto:

A mi no me regales flores hoy, ni me digas que soy una mujer excepcional, una luchadora, una guerrera. No me digas que sin las mujeres el mundo no sería igual. Ya lo sé.
A mi no me digas feliz día de la mujer. Todos los días del año son nuestros días al igual que los hombres.
A mi no me felicites por ser mujer hoy, un día donde hace años murieron mujeres luchando por sus derechos y en un mundo donde todavía tenemos que luchar para ser reconocidas como profesionales y personas con derechos.
A mi no me regales chocolates, tortas, comidas hoy. No necesito que me compren cosas por haber nacido siendo mujer.
Ser mujer no es siempre un regalo y ya lo saben.
A mi invitáme a celebrar el día que todas las mujeres del planeta tengan los mismos derechos que los hombres.
Invitáme a comer torta y a tomar cuando todas las mujeres después de estudiar una carrera obtengan el mismo salario que un hombre.
Ese día si estaré de fiestas. Hoy no. Hoy lo que llaman el Día Internacional de la mujer se volvió algo comercial como San Valentin olvidando que ese día es para mejorar, construir y hacer que todos los días del año no sean una lucha perpetua para nosotras.
Se lo agradecí muchísmo, porque entendió que realmente no me ofendo con la rosa porque soy una loca. Me ofendo porque genuinamente quiero que el mundo sea distinto, si algún día tengo una hija.

Leí esta semana un artículo de NYT que recogía experiencias de esclavas sexuales en los países controlados en ISIS. Y vi muchos posts sobre la importancia de la belleza en las mujeres y cómo no envejecer, y cómo levantar la cola para conquistar a los hombres. Lo que pasa todos los días.

Y genuinamente le dí las gracias al universo porque yo no nací en una familia en que me golpeaban o me violaban, porque tuve acceso a la educación, y puedo votar y tener propiedad y elegir con quién me acuesto. Y trabajo y hago con mi dinero lo que me place y no necesito llevar a mi hermano para poder ir a cine. Agradecí al mundo que aún siendo mujer me la he sacado barata. Y agradecí a todas la mujeres que lucharon y pagaron con sus vidas para que yo pudiera ser esto y tener lo que tengo.

Pero hoy, quiero dar gracias a los hombres en mi vida, que lo entienden, y apoyan esa liberalidad casi demente y me dejan ser lo que quiero cada día.


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