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Te quiero porque me odias

Esta mañana en TV pasaron un comercial de una serie nueva, Seflie, y le chica dice, "I love my haters. They make me famous!"

Me hizo gracia, porque recordé que hace muchos años, cuando me gradué de pregrado, mi papá se molestó mucho conmigo por pensar algo así. 

La historia es simple, mi tesis de pregrado, en vez de tener la usual dedicatoria en que se agradece a la familia, los amigos y dios por todo lo recibido y que ha permitido que uno se gradué, etc..., pues tenía una dedicatoria que parecía escrita por mi. (No era de extrañarse, dado que yo escribí toda la tesis.)

Esencialmente, dedique mi tesis a las personas que no creen en mi, porque gracias a ellos he hecho todo lo que me he propuesto. Mi papá, como suelen ser los padres, opina que todo lo que yo hago es perfecto. Por eso estaba muy ofendido, él por obvias razones no estaba incluido en mi dedicatoria. 

El porque dedique mi tesis así, se explica en que yo estudié por 13 larguísimos años en un colegio femenino de monjas. Nadie me lo cree, pero si. Era por supuesto, el bicho mutante del colegio que jamás logró encajar. No que me importe, realmente. Eso es parte de porque hoy soy quien soy (y porque no tengo ni una sola amiga mujer católica). 

Pero en el último año, cuando empiezan a hacer las actividades de orientación profesional propias de estos colegios, fue particularmente difícil para mi. En los test esos de que trabajo puedes hacer, siempre me salía que no tenía un trade dominante y la vieja después de hacer el test como cinco  veces y hacerme entrevistas otro tanto me dijo que yo sería para lo que yo quisiera (dado que el manual de funciones le impedía decirme que no servía para nada, aunque era lo que ella realmente pensaba).

Luego en una de esas actividades de grupo, preguntan que opciones de universidades y carreras está todo el mundo aplicando. Yo digo, Uniandes, Ingeniería electrica.  Ok, que otras opciones. Ninguna, yo voy a entrar a los Andes a estudiar ingeniería electrica. Me toco un discurso bastante largo del riesgo que algo como eso implicaba, que tal que no pudiera entrar, que tal que no lograra entrar en esa carrera. Después de mucho rato, le digo a la vieja, pues si no paso, hago algo 6 meses y vuelvo a aplicar después. 

Con infinita frustración por mi "actitud insoportable" me confiesa que la verdadera razón era que estaba preocupada por mi. Porque ella se había inscrito a Electrónica en la Javeriana y había tenido que retirarse al segundo semestre porque la carga era mucha y el tener que abandonarlo fue una frustración muy grande. Esta brillante profesora era por supuesto exalumna de mi maravilloso colegio. Con mi actitud insoportable que hasta el sol de hoy me caracteriza*, solo le contesté, que usted no haya podido, no quiere decir que yo no voy a poder.  Mi tesis de pregrado, con mucho cariño, estaba dedicada a esta mediocre mujer que intentó convencerme a los 17 años de que yo no iba a ser capaz de ser ingeniera. 

Por supuesto, me presenté a los Andes, pasé en Eléctrica y por todo el ciclo básico tuve promedio arriba de 4.5. Luego descubrí la participación estudiantil y otras actividades varias y terminé graduandome con un promedio no tan alto y un poco obligada por mi papa que se negó a seguirme pagando semestres**. Pero no he dejado de estudiar ingeniería desde entonces. Van dos maestrías y ahora estoy haciendo una especialización. En todas, notas por encima de 4.5 siempre. Ya escogí el Doctorado que planeo empezar el siguiente año. 

Esta pobre mujer debe seguir dando clases de álgebra de bachillerato. Así es la vida.


* y de la que por cierto, me siento muy orgullosa. 

**Mi papá jamás entendió lo importante que es que un ingeniero hable latín. Jajaja, si, hice 2 años de latín y a mucho honor, puedo traducir San Agustín del latín. No me ha servido para nada en la vida, pero me pasé fantástico esos dos años. 

Esto es lo mismo, pero dicho por otros...

Comentarios

  1. Me encantó, hay que seguir los instintos, estoy convencido. A la mierda con la gente tóxica.

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