Ir al contenido principal

Un poco menos sola, gracias a @30januar y @apoloduvalis

Ayer recibí un mention que me conmovió. Este post es mi agradecimiento a ese tweet, a @30januar y @apoloduvalis por que hace ya más de un año, me recordaron como las redes sociales permiten que uno esté un poco menos solo.

A finales de octubre del 2010, hice algo que años antes ni imaginé: Tras un angustiante proceso, decidí cerrar Sincronia Software, una empresa que cree a puro pulso y con un gran sacrificio personal. Todo este tiempo después, se que fue una buena decisión, pero en ese momento, fue duro, dificil, doloroso. Ese día, en la madrugada, escribí este post http://maria-velasco.blogspot.com/2010/10/como-estas.html

Apenas unos dos minutos después de que lo publiqué, @30januar me envío un DM diciendome que sentía mucho lo que estaba pasando. Ese día, @apoloduvalis se tomó el tiempo de chatear conmigo por un largo rato, contandome su propia experiencia en una situación parecida.

Quiero hoy, agradecer, de forma muy sentida y vergonzosamente pública a estos dos hombres, porque creo que no saben lo valioso e importante que fue su gesto para mi. Ese fue uno de los días más difíciles que yo he pasado, y saber que dos personas que están lejos, que no me conocían, me apoyaban desde la distancia del tweet y el chat, me recordó que uno puede confiar en la humanidad y en la vida. Que si hay personas que  llevaron mi empresa una situación tan mala que fue necesario cerrarla, así mismo habría otros que me ayudarían a levantarme y que al final todo iba a estar bien.

Esas personas que uno conoce por que empieza cruzando tweets, o comentarios en facebook, crean un tejido muy valioso, en estas vidas complicadas de ciudad. Los vinculos virtuales, que parecen fragiles o inexistentes, si están presentes. Aunque escriba ya menos, sigo leyendo diario a todas esas personas con quienes tengo esos pequeños vinculos, lazos pequeños, recuerdos divertidos, de tweets que pasan y simplemente no se olvidan.

Con algunos hemos hechos campañas políticas virtuales que terminan en peleas, con otros, negocios que no se pueden echar a andar por falta de plata, a uno en particular le debo plata (por la quebrada de la empresa precisamente, pero no lo he olvidado, prometo pagarla con intereses y todo). Me tomo en serio esto de las redes sociales, porque se que detras de cada @ hay una persona, que me lee, y a quien yo leo, y con quien tengo un pequeño vinculo que está ahi, y me hace más humana.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Ahhh, los verdes (catarsis antes de dejar de hablar de la "ola verde")

Si, yo voté por Antanas Mockus en la consulta, luego en primera y en segunda vuelta. Pero no soy verde, no creo en la "ola verde" y no haré parte del Partido Verde Colombiano. Prefiero seguir participando como siempre lo he hecho, y votar con conciencia por quien me de la gana, como siempre lo he hecho. Cuando me refiero a los verdes, no me refiero a los verdaderos ecologistas, con quienes tengo una profunda afinidad (con orgullo puedo decir de mi que soy un tree hugger ). Tampoco al color verde, que como saben muchos es el color corporativo de mi empresa y por el que tengo un especial afecto. Siempre que despectivamente me refiero a los verdes, me refiero a ese numeroso grupo de seguidores de Antanas Mockus y del recientemente repotenciado Partido Verde Colombiano. No me refiero a todos, sino a ese grupo casi fanático que repite lemas y frases sin cuestionarlas (algo que estoy segura, molestaría mucho a Antanas Mockus si su ego le permitiera realmente leer lo que sus segui

Richard Corey y Mending Wall

Cuando estaba en el colegio, pasaba mucho más tiempo del debido, leyendo poesía norteamericana. En días como hoy, suelo recordar algunos de esos poemas. Aquí les comparto dos de ellos, que aún me acompañan: Richard Corey Edwin Arlington Robinson. 1869–1935 WHENEVER Richard Cory went down town, We people on the pavement looked at him: He was a gentleman from sole to crown,   Clean favored, and imperially slim. And he was always quietly arrayed, And he was always human when he talked But still he fluttered pulses when he said, "Good-morning," and he glittered when he walked. And he was rich—yes, richer than a king, And admirably schooled in every grace: In fine, we thought that he was everything To make us wish that we were in his place. So on we worked, and waited for the light, And went without the meat, and cursed the bread; And Richard Cory, one calm summer night, Went home and put a bullet through his head. Mending Wall Robert Frost 1874-1963 Someth

Las interrupciones

Desde hace más o menos una semana, no contesto mi celular. Cuando sueña, salta, timbra, solo lo dejo sonar, saltar y timbrar. Dejé de contestar porque sentía que si atendía cada solicitud, la productividad de mi día sería muy baja, si es que lograba producir algo en el día. Y porque el nivel de interupciones se ha incrementado muchísimo en mi día a día, al punto de que es imanejable. Literatura sobre el efecto negativo de las interrupciones, hay montones. Una muestra aquí, en un enlace de busqueda en google  https://www.google.com.co/search?q=interrupcion+en+el+trabajo&oq=interrupcion&aqs=chrome.1.69i57j35i39j0l4.6152j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8   En inglés, el volúmen de literatura mostrando lo negativo de las interrupiciones es mucho mayor. He leído muchas veces que tras una interrupción, el cerebro toma entre 15 y 30 minutos en volver a concentrarse y lograr un estado productivo. Curiosamente, las personas no parecen notar que preguntarte si te pueden interrum