Ir al contenido principal

Propósito

Dice alguien que ha sido mi terapeuta, que alguien que no tiene propósito no puede curarse de los males que tiene. Entiendo por ello, que las ganas de vivir existen sólo si uno ha encontrado un propósito en la vida.

Creo que la felicidad también está relacionada con haber encontrado ese propósito en la vida. Se logra ser feliz cuando se puede hacer eso que uno ha decido que sea su propósito, que es distinto para cada persona. Por muchos años he repetido lo mismo, por alguna razón que desconozco, desde niña he tenido certeza de cual es ese propósito para mi. Pasan los años y ha cambiado un poco el sentido que le doy al concepto, pero no al punto exacto. Para mi el propósito es aprender: no tener conocimientos amplios sobre muchos temas humanos (aunque cuando dejo de estudiar inmediatamente me deprimo), sino aprender para convertirme en una persona sabia. Esa sabiduría que con puro cliché se relaciona con un anciano oriental que habla pausadamente porque entiende el mundo con una perspectiva superior (la tortuga de King Fu Panda).

Hoy por pura curiosidad, me puse a buscar en internet "como encontrar tu propósito" y me llamó la atención un artículo que alegaba ayudar a hacer eso en 15 minutos. El ejercicio era simplemente, escribir lo primero que a uno se le ocurriera para contestar esa pregunta. Supongo que eso apoya mi idea de que siempre he sabido cual es mi propósito, y que este no ha cambiado con los años.

Confieso que esa es una de las muchas razones por las que disfruto tanto la astrología. No en los horóscopos, sino en la astrología. Hay ciertos rasgos del carácter que no cambian, que permanecen y lo convierten a uno en lo que es. Lo que se considera importante en la vida, lo que uno siente que es difícil y lo que siente fácil, el cómo relacionarse con otros.

La cuarentañez ha cambiado mis temas, hace una década mis blogs eran casi todos de política. Hoy, aunque la sigo con el mismo detalle que hace años, no parecen ser el centro de mis preocupaciones. Me preocupa mucho más definir quien soy y para donde voy. ¿Esto le pasa a todo el mundo?



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ahhh, los verdes (catarsis antes de dejar de hablar de la "ola verde")

Si, yo voté por Antanas Mockus en la consulta, luego en primera y en segunda vuelta. Pero no soy verde, no creo en la "ola verde" y no haré parte del Partido Verde Colombiano. Prefiero seguir participando como siempre lo he hecho, y votar con conciencia por quien me de la gana, como siempre lo he hecho. Cuando me refiero a los verdes, no me refiero a los verdaderos ecologistas, con quienes tengo una profunda afinidad (con orgullo puedo decir de mi que soy un tree hugger ). Tampoco al color verde, que como saben muchos es el color corporativo de mi empresa y por el que tengo un especial afecto. Siempre que despectivamente me refiero a los verdes, me refiero a ese numeroso grupo de seguidores de Antanas Mockus y del recientemente repotenciado Partido Verde Colombiano. No me refiero a todos, sino a ese grupo casi fanático que repite lemas y frases sin cuestionarlas (algo que estoy segura, molestaría mucho a Antanas Mockus si su ego le permitiera realmente leer lo que sus segui

Richard Corey y Mending Wall

Cuando estaba en el colegio, pasaba mucho más tiempo del debido, leyendo poesía norteamericana. En días como hoy, suelo recordar algunos de esos poemas. Aquí les comparto dos de ellos, que aún me acompañan: Richard Corey Edwin Arlington Robinson. 1869–1935 WHENEVER Richard Cory went down town, We people on the pavement looked at him: He was a gentleman from sole to crown,   Clean favored, and imperially slim. And he was always quietly arrayed, And he was always human when he talked But still he fluttered pulses when he said, "Good-morning," and he glittered when he walked. And he was rich—yes, richer than a king, And admirably schooled in every grace: In fine, we thought that he was everything To make us wish that we were in his place. So on we worked, and waited for the light, And went without the meat, and cursed the bread; And Richard Cory, one calm summer night, Went home and put a bullet through his head. Mending Wall Robert Frost 1874-1963 Someth

Las interrupciones

Desde hace más o menos una semana, no contesto mi celular. Cuando sueña, salta, timbra, solo lo dejo sonar, saltar y timbrar. Dejé de contestar porque sentía que si atendía cada solicitud, la productividad de mi día sería muy baja, si es que lograba producir algo en el día. Y porque el nivel de interupciones se ha incrementado muchísimo en mi día a día, al punto de que es imanejable. Literatura sobre el efecto negativo de las interrupciones, hay montones. Una muestra aquí, en un enlace de busqueda en google  https://www.google.com.co/search?q=interrupcion+en+el+trabajo&oq=interrupcion&aqs=chrome.1.69i57j35i39j0l4.6152j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8   En inglés, el volúmen de literatura mostrando lo negativo de las interrupiciones es mucho mayor. He leído muchas veces que tras una interrupción, el cerebro toma entre 15 y 30 minutos en volver a concentrarse y lograr un estado productivo. Curiosamente, las personas no parecen notar que preguntarte si te pueden interrum