Esa fue la conclusión y la decisión. Me acogí a los descuentos y terminé pagando medio parte después de reírme media hora en el curso pedagógico. En el Súper Cade de movilidad en Bogotá, está perfectamente organizado el proceso de apelar un parte. Vas, te regañan y sales en menos de veinte minutos. Sólo hay que llevar una fotocopia del parte y otra de la cédula. Por turnos, lo atiende a uno un abogado, que en mi caso fue una abogada. Ella me preguntó, qué había pasado y porqué estaba ahí, yo conté mi historia. Me preguntó, "¿pero usted se pasó el semáforo?" Yo le expliqué que esperé a que pasara la gente (nadie estuvo nunca en peligro) pero si, me había cruzado. Ella responde que no puede ayudarme, porque nada justifica el pasarse el semáforo. Me explica que las escoltas no tienen ninguna autoridad, la responsabilidad sigue siendo mía y me contó las historias de escoltas del día. Aparentemente, es un caso frecuente, que los escoltas creen que pueden infringir las normas
Este es el blog personal de Maria Velasco. Colombiana, empresaria, feminista, ultra liberal, comprometida, trabajadora, valiente, anticlerical, tomadora de café, realista y leal con los amigos. Las opiniones expresadas aquí son personales y de ninguna forma representan a mi actual empleador.