La persistencia es una de mis mejores cualidades y también uno de mis peores defectos.
Siempre insisto hasta que logro lo que quiero, no importa cuantas veces encuentre obstáculos en mis intentos. La mayoría de mis batallas las he ganado así, manteniendome a pesar de todo (sincronía es la mejor muestra de ello).
Pero hay batallas que no se ganan así. Hay batallas que están perdidas, sin importar cuanto me empeñe en cambiar las cosas. Esta semana, finalmente, acepté una de esas derrotas. Tengo que aprender a darme por vencida más pronto.
La persistencia es una de mis mejores cualidades y también uno de mis peores defectos.
Siempre insisto hasta que logro lo que quiero, no importa cuantas veces encuentre obstáculos en mis intentos. La mayoría de mis batallas las he ganado así, manteniendome a pesar de todo (sincronía es la mejor muestra de ello).
Pero hay batallas que no se ganan así. Hay batallas que están perdidas, sin importar cuanto me empeñe en cambiar las cosas. Esta semana, finalmente, acepté una de esas derrotas. Tengo que aprender a darme por vencida más pronto.
La persistencia es una de mis mejores cualidades y también uno de mis peores defectos.
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