FABULO
Enfadado discutes conmigo
porque al invitarme a cenar
con trescientos desconocidos
no acepto.
La verdad es, Fabulo, que no me gusta cenar sólo.
Jaime Alberto Velez - Reflejos (1980)
Nunca me he considerado tímida. Entiendo la timidez como el sentirse inseguro o temer al rechazo de las personas, por lo que se busca no ser notado, no hablar mucho, ser invisble. Son muchas las situaciones en que procuro esconderme y no hablo, pero no porque me sienta insegura, sino porque me siento incómoda y de todo corazón preferiría no estar ahi.
Adolescente, muchas veces me dijeron que era "inmamable". Ahora de adulta, me lo siguen diciendo. Hago un esfuerzo conciente para tratar de cambiar esa percepción, a pesar de se de que este requerimiento es machista al extremo. Existe una obligación para las mujeres de "ser queridas". Y si bien me paso el día entero en mi lucha contra el patriarcado, ya se de sobra que el mundo no cambiará tan rápido y hay muchas cosas machistas que tengo que hacer, simplemente porque la consecuencia de no hacerlo, no vale la pena.
El asunto es que por más que me esfuerzo, no logro volverme "querida". No logro acomodarme a la presión social de hablar por hablar, oir historias tontas de personas que no son cercanas a mi. No me gusta, "hacer visita". La mayoría de veces porque realmente el tema no me interesa, y por lo mismo, no tengo nada que aportar. No se que decir, no me viene nada a la cabeza. Después de unos minutos, de hacer mi mayor esfuerzo por prestar atención, mi mente se desconecta, y me pongo a pensar en cosas que si me interesan. En segundos estoy completamente aislada, mientras estoy rodeada de gente. Estoy pensando en algo que leí, imaginando alguna mejora a algo que hice, procesando un evento o una conversación pasada. Son tantas las cosas que se me ocurren cuando estoy sola, ¡nunca tengo tiempo de aburrirme!
Y es justo en ese momento, mientras estoy en silencio pasandomela fantástico conmigo misma, que todo el mundo me señala. ¡Ah, pero que inmamable!
¿Cómo puede la genta hablar tanto si decir nada importante? Sigue siendo para mi un misterio. Esas dinámicas de oficina en que van 10 personas a almorzar juntas y no hacen sino hablar bobadas. ¿Cómo pueden soportarlo? Lo curioso es que estas personas parecen disfrutarlo, se llaman antes y se ponen de acuerdo para que no los dejen almorzando solos. Para mi eso es incomprensible. No hay nada más divertido que almorzar sola. No se imaginan la cantidad de historias fantásticas que pasan por mi mente mientras almuerzo sola y nadie me obliga a hablar.
Me gusta hablar y oir historias cotidianas, cuando estoy con una o dos personas que realmente quiero y siento cercanas. Me gusta saber cómo fue su día, que les hace feliz, y que les da tristeza. Me interesa saber que piensan sobre todo lo que leo y veo, y les voy contando las cosas maravillosas que han pasado por mi cabeza en esos días. Me gusta mucho hablar, cuando estoy con personas que me caen bien, y en sitios en los que me siento segura. Pero eso no pasa con mucha frecuencia. Tengo unos pocos buenos amigos. La mayoría de personas, no son cercanas a mi, y no me interesa su cotidianidad. Preferiría hablar de trabajo, o de algún tema de actualidad o algo así. Así me es más facil concentrarme y parecer "querida".
Soñar no cuesta nada, dicen. Lo que yo quisiera, sinceramente, es que así como yo hago nada para obligar a las personas a que almuercen solas, así mismo, deseo que otras personas dejen de tratar de obligarme a almorzar con ellas. Algunas personas realmente preferimos estar solas, lo disfrutamos mucho, y queremos que nos dejen solas. No queremos que nos obligen a ir a la novena, no es porque nos de pena, es que nos da mucha mamera. No nos queremos integrar al grupo. Nos gusta, real y verdaderamente, estar solas y lo preferimos a estar rodeados de personas.
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Adolescente, muchas veces me dijeron que era "inmamable". Ahora de adulta, me lo siguen diciendo. Hago un esfuerzo conciente para tratar de cambiar esa percepción, a pesar de se de que este requerimiento es machista al extremo. Existe una obligación para las mujeres de "ser queridas". Y si bien me paso el día entero en mi lucha contra el patriarcado, ya se de sobra que el mundo no cambiará tan rápido y hay muchas cosas machistas que tengo que hacer, simplemente porque la consecuencia de no hacerlo, no vale la pena.
El asunto es que por más que me esfuerzo, no logro volverme "querida". No logro acomodarme a la presión social de hablar por hablar, oir historias tontas de personas que no son cercanas a mi. No me gusta, "hacer visita". La mayoría de veces porque realmente el tema no me interesa, y por lo mismo, no tengo nada que aportar. No se que decir, no me viene nada a la cabeza. Después de unos minutos, de hacer mi mayor esfuerzo por prestar atención, mi mente se desconecta, y me pongo a pensar en cosas que si me interesan. En segundos estoy completamente aislada, mientras estoy rodeada de gente. Estoy pensando en algo que leí, imaginando alguna mejora a algo que hice, procesando un evento o una conversación pasada. Son tantas las cosas que se me ocurren cuando estoy sola, ¡nunca tengo tiempo de aburrirme!
Y es justo en ese momento, mientras estoy en silencio pasandomela fantástico conmigo misma, que todo el mundo me señala. ¡Ah, pero que inmamable!
¿Cómo puede la genta hablar tanto si decir nada importante? Sigue siendo para mi un misterio. Esas dinámicas de oficina en que van 10 personas a almorzar juntas y no hacen sino hablar bobadas. ¿Cómo pueden soportarlo? Lo curioso es que estas personas parecen disfrutarlo, se llaman antes y se ponen de acuerdo para que no los dejen almorzando solos. Para mi eso es incomprensible. No hay nada más divertido que almorzar sola. No se imaginan la cantidad de historias fantásticas que pasan por mi mente mientras almuerzo sola y nadie me obliga a hablar.
Me gusta hablar y oir historias cotidianas, cuando estoy con una o dos personas que realmente quiero y siento cercanas. Me gusta saber cómo fue su día, que les hace feliz, y que les da tristeza. Me interesa saber que piensan sobre todo lo que leo y veo, y les voy contando las cosas maravillosas que han pasado por mi cabeza en esos días. Me gusta mucho hablar, cuando estoy con personas que me caen bien, y en sitios en los que me siento segura. Pero eso no pasa con mucha frecuencia. Tengo unos pocos buenos amigos. La mayoría de personas, no son cercanas a mi, y no me interesa su cotidianidad. Preferiría hablar de trabajo, o de algún tema de actualidad o algo así. Así me es más facil concentrarme y parecer "querida".
Soñar no cuesta nada, dicen. Lo que yo quisiera, sinceramente, es que así como yo hago nada para obligar a las personas a que almuercen solas, así mismo, deseo que otras personas dejen de tratar de obligarme a almorzar con ellas. Algunas personas realmente preferimos estar solas, lo disfrutamos mucho, y queremos que nos dejen solas. No queremos que nos obligen a ir a la novena, no es porque nos de pena, es que nos da mucha mamera. No nos queremos integrar al grupo. Nos gusta, real y verdaderamente, estar solas y lo preferimos a estar rodeados de personas.
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