Cuando tengo mucho que decir, lo más probable es que no diga nada. Es casi un hábito que tengo desde la niñez, que cuando las cosas son complejas quiero pasarme el tiempo pensando en ello antes de empezar a hablarlo. Ahora estoy en un periodo un poco así. Y cuando me preguntan qué me pasa, solo puedo contestar que me pasa la edad que tengo: estoy en plena crisis de la edad media.
Es un sentimiento muy similar al que tenia en la adolescencia, en que cuestiono todo lo que hago, todo lo que digo y todo lo que la sociedad espera de mi. Ya no con esa rebeldía ciega de la adolescencia de pelear con todos, pero si con esa misma mirada critica de querer sacudirme un montón de expectativas de otros que me están estorbando. Mi rebeldía no va en contra de otros, sino en contra de mi misma, de cuestionarme a mi. No quiero cambiar a otros, no me interesa ni siquiera cuestionar normas sociales o a otras personas, pero si me cuestiono a mi todo el tiempo y eso me hace mas callada y pensativa que siempre.
Me cuestiono el papel que tienen otros en mi vida. Siento que debo realmente separarme de otros, no como aislarme, sino como no depender emocionalmente de otras personas. Siento que debo hacerme cargo de lo que siento y de estar bien, y que no puedo transferir la responsabilidad de mi bienestar a otros. Siento que debo dejar de ser tan exigente conmigo misma y tomar mas tiempo para las cosas simples y dulces, como el olor del café, ver niños correr, sentir lo que siento.
Es como si esta nueva adolescencia me estuviera convirtiendo en un adulto responsable, finalmente. Responsable de mi. ¿Esto tiene sentido?
Es un sentimiento muy similar al que tenia en la adolescencia, en que cuestiono todo lo que hago, todo lo que digo y todo lo que la sociedad espera de mi. Ya no con esa rebeldía ciega de la adolescencia de pelear con todos, pero si con esa misma mirada critica de querer sacudirme un montón de expectativas de otros que me están estorbando. Mi rebeldía no va en contra de otros, sino en contra de mi misma, de cuestionarme a mi. No quiero cambiar a otros, no me interesa ni siquiera cuestionar normas sociales o a otras personas, pero si me cuestiono a mi todo el tiempo y eso me hace mas callada y pensativa que siempre.
Me cuestiono el papel que tienen otros en mi vida. Siento que debo realmente separarme de otros, no como aislarme, sino como no depender emocionalmente de otras personas. Siento que debo hacerme cargo de lo que siento y de estar bien, y que no puedo transferir la responsabilidad de mi bienestar a otros. Siento que debo dejar de ser tan exigente conmigo misma y tomar mas tiempo para las cosas simples y dulces, como el olor del café, ver niños correr, sentir lo que siento.
Es como si esta nueva adolescencia me estuviera convirtiendo en un adulto responsable, finalmente. Responsable de mi. ¿Esto tiene sentido?
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