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Mostrando las entradas de agosto, 2010

De la Plaza de Mayo a Soacha Por: Arlene B. Tickner

Esta mañana leí esta columna y acentí en cada palabra. No podría estar más de acuerdo, así que les comparto el texto (que transcribo sin permiso). El link original es este:  http://www.elespectador.com/columna-219625-de-plaza-de-mayo-soacha De la Plaza de Mayo a Soacha Por: Arlene B. Tickner Sin que haya sido su intención, un reportaje en la portada de El Tiempo sobre niños robados durante la guerra resalta una contranarrativa de la Política de Seguridad Democrática (PSD) que es importante rescatar y debatir. A pesar de desfilarse ante el país y el mundo como un modelo exitoso de consolidación estatal y seguridad pública, la “triple sombra” del gobierno Uribe (parapolítica, falsos positivos y chuzadas) sugiere que de “democrático” no tuvo nada. En términos de pobreza, desigualdad y costos humanos generados por la violación de los Derechos Humanos, su balance también fue negativo. Las estadísticas son elocuentes. La Comisión Colombiana de Juristas estima que durante los primero

Colombia fue inventada...

Estaba leyendo esto hace un rato, y me hizo sonreir. Se los comparto: "Colombia fue inventada en el siglo XIX, después de las guerras de independencia de que tanto se habla en el himno nacional. Y cuando se dice "inventada" se quiere decir inventada. Se inventan una historia, un mundo homogéneo, un ideal de ser colombiano. También hay que decir que algunas cosas no se inventaron porque se consideraron básicas, como por ejemplo la religión católica y la tradición hispánica." Los árabes en Colombia. Del rechazo a la integración. Pilar Vargas y Luz Marina Suaza. Planeta. Bogotá, 2007.

Si, parezco una niña

Soy conciente de que muchos de mis posts y mis preguntas tienen mucho de infantil. Hasta el lenguaje que uso en ellos es más sencillo de lo usual. Aquellos que me conocen personalmente, notan que también hablo así. Pregunto cosas todo el tiempo, como un niño cansón. ¿Y esto por qué es asi? ¿Y esto qué es? ¿Pero cómo así? ¿Qué me recomienda leer sobre esto? Aunque me considero más bien soberbia y poco sencilla (hay que decirlo), al tratar de entender la vida, me siento como un niño, todo el tiempo. No se nada, nada es definitivo, no hay ninguna verdad de la que tenga certeza. No tengo muy claro quien quiero ser y para donde voy, porque la perspectiva cambia todo el tiempo. Mi inocencia, mi simpleza, no me averguenza. Tampoco me enorgullece. Es genuina. Siento que no se nada, y sigo buscando como entender Colombia, ni familia, mis relaciones, mi vida. Agradezco a todos, los que respetan eso y me ayudan con sus comentarios, sugerencias de lectura, con sus cuestionamientos, a que pue

¿Y yo qué hago por el país?

Con mi post de los verdes, que causó tanto revuelo, dentro los insultos típicos que recibí era la pregunta de yo qué hago por el país(para atreverme a criticar). Me sentí bastante halagada, porque eso mismo le preguntaron a Jaime Garzón en la conferencia esa en Cali que está en youtube ( http://www.youtube.com/watch?v=zKBtNfnVRBQ ). En esa conferencia, a Garzón le dio como risa, y cuando me lo dijeron a mi, pues entendí su risa. Lo primero que se me ocurre contestar es, ¿y eso que tiene que ver? ¿Si usted no está de acuerdo con mi crítica, es su derecho, pero la pregunta de yo que hago por el país que tiene que ver con lo que escribí o con lo que dije o con el hecho de que lo diga? Llevo varios días pensando y leyendo, tratando de entender por qué dentro de la "colombianidad" el criticar es considerado una especie de crímen. Si a uno no le gusta la comida típicamente colombiana es traidor a la patria. Si uno apoya a un político pero hay cosas de él o ella que no le parece

El problema de morirse no es morirse, es dejar tanta cosa regada

Cuando era niña, tal vez tenía unos 5 años, insistía en que mi nombre era Guillermo Perez y vestia un chaleco de paño (robado del armario de mi papá). Con una tapa y una cuerda, había armado mi reloj de bolsillo, que cargaba en el chaleco. Mi familia pensaba que esto era un juego, un amigo imaginario, y que había elegido ese nombre por que mi papá se llama también Guillermo*. En edad escolar, empecé a leer textos del hinduísmo y luego del budismo, y el concepto de la reencarnación me pareció muy natural. Después de todo, recordaba desde niña vidas pasadas. Aún tengo recuerdos expontáneos de vidas pasadas, pero durante más de un año hice "regresiones" como parte de una curiosa terapia, buscando salidas a mi depresión (y antes de descubrir las maravillas del prozac). Entendí muchas de las relaciones conflictivas que tenía en el momento, muchas relaciones excepcionalmente buenas, y cosas de mi: patrones recurrentes y gustos que he tenido por muchas vidas. Con los múltiples r